Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio
Aunque la nota política de ayer debería la ya esperada decisión de que Claudia Sheinbaum será la coordinadora de los comités de la defensa de la cuarta transformación –es decir, la candidata de Morena para las elecciones presidenciales del próximo año–, lo destacado es que Marcelo Ebrard marcó su distancia con todo el proceso de selección interna.
Desde temprano Ebrard anticipó que no respaldaría los resultados de las encuestas, al considerar que el levantamiento estuvo marcado por diversas irregularidades –habló de más, incluso aseguró que las por lo que exigió que se repusiera todo el proceso. Pero fue el único inconforme, ya que las otras “corcholatas” –Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco–, presentes en el evento aceptaron el anuncio final.
Si bien, dentro de lo programado ahora Andrés Manuel López Obrador le entregará a Sheinbaum lo que ha dado en llamar el “bastón de mando”, para ser ella la nueva “responsable” de mantener vigente a Morena, no significa que el presidente deje de ser el jefe de campaña político para mantener el control del proceso electoral de su partido.
Sin embargo, el proceso tal como lo había programado López Obrador desde hace más de dos años, con la confianza de que la oposición estaba desarticulada y sin un probable candidato, tenía todo preparado para que Sheinbaum fuera ganadora en las elecciones del primer domingo de junio próximo, pero ahora todo se presenta de diferente manera.
En primer lugar, se equivocó al no darle la debida importancia al factor Xóchitl Gálvez y tras ignorarla, provocó ella dejara de pensar en ser candidata a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y resultara un elemento aglutinador para unificar a los partidos de oposición, estableciéndose como una fuerte adversaria, capaz de ganar las elecciones.
En segundo lugar, el factor Ebrard quien sin anunciar por el momento su rompimiento con Morena, convocó a sus simpatizantes para el próximo lunes a una asamblea donde se deberá definir la ruta a seguir, una vez que Morena no aceptó reponer la consulta. Entonces será ahí donde anuncie si se lanza como candidato independiente o si acerca con Movimiento Ciudadano para ser postulado como su abanderado presidencial.
López Obrador deberá ajustar su estrategia para lograr su soñado carro completo electoral, ya que se deben definirse candidatos a 8 gubernaturas, jefatura de gobierno, diputados locales y federales, senadores e integrantes de miles de ayuntamientos, y si tuvo problemas con sus “corcholatas”, este tipo de conflictos podrían multiplicarse a nivel nacional.
