Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio
gatodebarrio@yahoo.com.mx
El gobernador Alfredo del Mazo Maza anunció que, por fin, el próximo año será concluida la autopista Toluca-Naucalpan, la cual se ha mantenido inconclusa desde hace más de diez años, misma que resulta necesaria para comunicar a los Valles de Toluca y de México de forma más eficiente y, además, servirá para que exista una alternativa a la actuales vías que conectan a las capitales nacional y del Estado de México.
Esta carretera comprende una longitud de 39.3 kilómetros se compone por dos segmentos, 34.8 kilómetros de carretera de cuota que conecta a Naucalpan con el Libramiento Toluca en su zona este. y 4.5 kilómetros que enlazan el libramiento a Toluca con el bulevar Aeropuerto, acceso principal al Aeropuerto de Toluca. También comunicará con el Libramiento Nororiente de Toluca que por un lado conecta con el Estado de Michoacán y por el otro a los estados de Querétaro e Hidalgo.
Es de esperar se hayan superado las diferencias con los habitantes de diversas poblaciones inconformes con la construcción de esta vía, como sucedió con la comunidad otomí de San Francisco Xochicuautla, la cual demandaba que no se dividiera por completo el Parque Otomí Mexica, evitar el confinamiento de los habitantes de la zona alta de Lerma y cancelar la posibilidad de ascender a la montaña.
De acuerdo con los reportes técnicos la construcción de la autopista registra un avance del 93.7%, por lo cual es de esperar que el poco más del 6% faltante se concluya a la brevedad y entre en operación, lo cual ayudaría a que gran cantidad de personas que requieren trasladarse a la zona norte de la entidad ya no triangulen en su paso por la Ciudad de México.
Es de esperar que si se llegaron a acuerdos con los inconformes, quienes se mantuvieron firmes en sus demandas, se repita lo mismo con quienes mantienen frenada la construcción de varios tramos del tren México-Toluca que saldrá desde Zinacantepec hasta la estación Observatorio del Metro.
Es de reconocer que el mayor avance de esta obra corresponde a la parte del Estado de México, mientras que el último tramo, entre Santa Fe y Observatorio, el retraso es mayor, al grado de que ese parte entraría en servicio mucho tiempo después.
Con la experiencia del retraso de estas obras es de esperar que para futuros proyectos de infraestructura, las autoridades atiendan y resuelvan las posibles inconformidades sociales a fin de evitar retrasos en su construcción y puesta en operación.