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Alebrijes en Cuadratines Opinión

Pobreza a la alza

Alebrijes en Cuadratines
Por Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

Al presentar el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), –organismo encargado de medir el indicador de la evolución de la pobreza en el país–, su informe correspondiente al bienio 2018-2020, estableció que nuestra nación se recupera de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, la cual que arrastró a la economía local a su peor desempeño en casi un siglo.

            Ese negativo desempeño se refleja en un aumento en la cantidad de personas que se sumaron a los diferentes niveles de pobreza, situación no reconocida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha rechazado las conclusiones de Coneval –a pesar de ser un órgano del gobierno federal–, e insistir en que él “tiene otros datos”.

            Sin embargo, además de que nunca ha explicado cuáles son esos datos, quién se los proporciona o cómo llega a ellos, tampoco los ha revelado para compararlos con otras fuentes estadísticas, en este caso con los del Coneval, pero incluso ha demandado realizar otras mediciones sobre la pobreza basado en otros índices, no necesariamente económicos, para demostrar el avance de su aparente lucha contra la pobreza.

            Pero mientras no se aclaren los puntos anteriores, veamos los datos difundidos en el informe del Coneval, donde se concluye que el crecimiento de la pobreza en la nación creció dos puntos al pasar de 51.9 millones a 55.7 millones de los 126 millones de habitantes, un aumento de dos puntos porcentuales y colocarse en 43.9%.

            En el rubro de la población en pobreza extrema el porcentaje también se incrementó al pasar de 7.0% a 8.5% en el mismo lapso, por lo que el número de personas en esa situación pasó de 8.7 para alcanzar los 10.8 millones en 2020.

            En términos de carencias sociales el mayor cambio fue el aumento de 12 puntos porcentuales en la carencia “por acceso a los servicios de salud”, al pasar del 16.2% al 28.2%, sin omitir que también se elevaron, aunque en menor medida, los rezagos educativo y del acceso a alimentación nutritiva y de calidad.

            Si bien la carencia por acceso a la seguridad social mostró una disminución entre 2018 y 2020, es el rubro que registró la incidencia más alta en 2020, al llegar al 52% de la población, precisamente cuando se presentó la pandemia de covid-19.

            El Coneval informó que en total 19 estados aumentaron sus niveles de pobreza, siendo las más afectadas Quintana Roo, que pasó de 30.2% a 47.5%; Baja California Sur, de 18.6% a 27.6%; y Tlaxcala, de 51.0% a 59.3%¸donde las primeras dos entidades tienen en el turismo su principal fuente de ingresos, actividad limitada por las decisiones sanitarias de confinamiento y cierre de actividades productivas con el propósito de evitar más contagios de covid-19.

            En el caso de la población hablante de lengua indígena en situación de pobreza aumentó de 75.8% a 76.8%, mientras el de la población no hablante de lengua indígena en situación de pobreza pasó de 39.3% a 41.5%.

            En fin estos son algunos de los datos revelados por Coneval, el cual puntualizó que derivado del escenario por la pandemia de covid-19, el objetivo de su estudio no es evaluar la efectividad de las políticas públicas, sino “identificar avances y retrocesos del desarrollo social y grupos de atención prioritarios para los tres órdenes de gobierno”.

            Sin embargo, el presidente ha reiterado que gran porcentaje de las familias mexicanas resultan beneficiadas con al menos un programa de apoyo social, pero lamentablemente esa situación no se refleja en la vida de los sectores más desprotegidos económicos en el país.

            Con estos datos se puede concluir que el gobierno federal se equivocó totalmente al terminar de tajo con los programas desarrollados por los “gobiernos neoliberales”, como eran Prospera, Comedores Comunitarios, Atención a Jornaleros Agrícolas y del Seguro Popular, para crear los suyos desde cero, es decir ignorando lo realizado por las anteriores administraciones federales.

            Si además se agregan denuncias de irregularidades en varios programas donde no existen en realidad todos los presuntos beneficiarios o de que, por ejemplo en el caso de “Sembrando vida”, muchas personas decidieron talar sus campos para así poderse acreedores a sus beneficios, mismas que han sido ignoradas sin una debida y formal investigación.

            Se podrá decir y reiterar mucho en las conferencias mañaneras, pero la realidad es que el objetivo de ayudar primero a los pobres no ha funcionado en el actual gobierno federal, situación que no cambiará en caso de ignorarse la realidad y mejor hacer caso de “otros datos” evidentemente desconocidos y sin bases.

            De no cambiar esta perspectiva, al final del actual sexenio en 2024 los pobres serán primero pero en las estadísticas de pobreza y desatención social.

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