Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio
Actualmente existe una polémica acerca de cómo deben actuar las diferentes corporaciones de seguridad, en especial el ejército, ante las diferentes agresiones de que son objeto por parte del que califica el presidente Andrés Manuel López Obrador como pueblo bueno y sabio.
De acuerdo con la mentalidad idealista del presidente, el pueblo mexicano es bueno, siempre dispuesto a protegerlo, capaz de atender sus consejos y recomendaciones, incluso que los delincuentes son capaces de abandonar sus actividades ilegales al pensar y escuchar a sus madres, entre otras razones, mas lamentablemente esa imagen no concuerda con la realidad.
Lo que se ha visto de ese pueblo bueno es el que está dispuesto a cometer ilícitos como robar combustible de los ductos, bloquear vías ferroviarias para saquear su carga y, quizá lo peor, que está dispuesta a defender agresiva y violentamente el producto de esos robos y atracos ejercidos impunemente.
Por eso, cuando policías, guardia nacional o elementos militares intervienen para corregir esas situaciones irregulares resultan no únicamente agredidos, también son objeto de burlas y humillados públicamente.
Según el pensamiento presidencial el ejército de ninguna forma debe ser un cuerpo que recurra a la represión y al exterminio y ha expresado que “se tiene que respetar la vida de las personas y nada de que son delincuentes, no, son seres humanos todos y nadie está autorizado para ajusticiar, para rematar heridos, para masacrar”.
Dijo que “la recomendación es que no haya abusos de poder que no se abuse de la fuerza que se actué con respeto a los derechos humanos que no suceda lo de antes, que había razias y masacres, eso está prohibido, eso no permite, no se tolera en el gobierno; esa actitud que desgraciadamente llevaron a la práctica y que no terminó con el problema lo agravó”.
En resumen, señala López Obrador que las fuerzas armadas tienen autorización para responder agresiones siempre y cuando se respeten los derechos humanos, lo cual resulta muy ambiguo y sin una definición que respalde a los uniformados
Con esa actitud lo único que se genera es que el pueblo malo real abuse de esa condición para cometer sus tropelías impunemente, confiados de que no serán “reprimidos” y los cuerpos de seguridad perderán cada día más autoridad, pero cuando ya no puedan ser controlados, ¿qué sucederá?, ¿quién o cuál corporación podrá controlar a quienes no tienen ningún respeto por ninguna autoridad?