Alebrijes en Cuadratines
Por Adrián Chavarría Espinosa

ache57@yahoo.com.mx

Dentro de las medidas anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde antes de asumir su cargo, en particular la relación del gobierno federal con los medios de comunicación destacó, bajo el argumento de la “austeridad republicana”, la reducir el gasto de publicidad oficial en los medios de comunicación impresos y electrónicos.

            También determinó cerrar todas las áreas de comunicación social de las diferentes secretarías y dependencias federales, para concentrar todas sus funciones en la Coordinación General de Comunicación de Presidencia, pero esa medida fue más con el propósito de tener un mayor control en el manejo informativo oficial y definir la agenda política diariamente.

            Es decir que López Obrador, básicamente a través de sus conferencias mañaneras, es como pretende establecer los temas que más le conviene ampliar y cuáles minimizar, incluso, hasta ocultar otros al impulsar las llamadas “cortinas de humo” para promover informaciones de tipo escandaloso lo cual, debe admitirse, las más de las veces le ha funcionado positivamente.

            De acuerdo con el estudio titulado “Las tendencias de la publicidad oficial en el segundo año de López Obrador: disminución del gasto, concentración y gasto decembrino”, difundido por la organización Artículo 19, se concluye que en la inversión en comunicación se repiten los mismos vicios y la falta de transparencia existentes en anteriores administraciones federales, por la persistente ausencia de reglas claras de asignación y distribución de la pauta oficial.

            Si bien se deber reconocer que en el Poder Ejecutivo se han canalizado menos recursos a los medios, sucede que los grandes beneficiados han sido los mismos de antes al mantenerse “la concentración del gasto en publicidad oficial“, ya que el 52% de los recursos se concentran en una decena medios de comunicación, destacándose las dos principales televisiones nacionales y en un periódico afín a las actuales autoridades federales.

            Artículo 19 señaló que de acuerdo con un análisis del gasto definitivo en publicidad oficial para 2020, obtenido a través del Sistema de Comunicación Social de la Secretaría de la Función Pública, en total se ejercieron dos mil 248 millones de pesos, cantidad que representa la quinta parte de lo aplicado en el segundo año de gobierno de la anterior administración, cuando fueron once mil 398 millones de pesos.

            En el estudio se especifica que “de los 457 medios de comunicación que recibieron recursos por publicidad oficial, diez de ellos concentran más del 52% de los recursos, donde los tres primeros lugares fueron Televisa, TV Azteca y La Jornada con un total del 28.6%, por lo tanto “queda menos de la mitad de la totalidad de los recursos a 447 medios, lo cual se traduce en una inequitativa y desigual distribución”.

            Se explica: la distribución de publicidad a ciertos medios se mantiene “como una mala práctica, ya que permite la concentración del gasto en un pequeño grupo de medios de comunicación o que la mayoría del gasto sea ejercido por unas cuantas instituciones”.

            En números redondos Televisa obtuvo 222 millones 186 mil pesos (9.88%); Televisión Azteca, 213 millones 208 mil pesos (9.48%); La Jornada, 208 millones 402 mil pesos (99.27%); Medios Masivos Mexicanos, supuesto representante de diversos periódicos pero sin especificar cuáles son, 145 millones 306 mil pesos (6.46%); Grupo Fórmula, 93 millones 692 mil pesos (4.17%); y Telefórmula Radio, 80 millones 470 mil pesos (3.58%).

            Los sitios séptimo al noveno corresponden a Organización Editorial Acuario, con 59 millones 525 mil pesos (2.65%); Centro de Cultura Nuestra América Asociación Civil, con 52 millones 734 mil pesos (2.35%); y Edición y Publicidad de Medios de los Estados, con 52 millones 182 mil pesos (2.32%), sin especificarse cuáles medios son los beneficiados con la publicidad; el décimo lugar es para Milenio Diario, con 48 millones 892 mil pesos (2.17%). A otros 447 medios restantes se les asignaron un mil 71 millones 822 mil pesos (47.67%).

            Si se compara el alcance de los tres primeros puestos, obviamente La Jornada, con una circulación diaria de aproximadamente 110 mil ejemplares, cifra mucho menor que otros periódicos como El Universal o Reforma, por ejemplo, no tiene el mismo alcance a nivel nacional que Televisa y Televisión Azteca pero los tres recibe un porcentaje muy similar.

            Además, no se especifican cuáles son los periódicos englobados en las diferentes razone sociales antes mencionadas, por lo tanto se desconoce dónde circulan y la cantidad de ejemplares que se comercializan pero, sin duda, no pueden compararse con otros medios impresos cuyo alcance es a nivel nacional.

            Según López Obrador las críticas y notas clasificadas como negativas para él y su gobierno, difundidas en periódicos en desacuerdo con sus políticas, las emiten por estar molestos “al no recibir los millonarios pagos proporcionados por anteriores gobiernos”, incluso pronosticó su desaparición, porque según él, las personas se informan en redes sociales y ya que  os medios impresos no se venden y sólo podrán subsistir con “con apego a la verdad”.

            En fin, las nuevas políticas de comunicación social del gobierno federal, que pretenden ser novedosas, sencillamente repiten los mismos esquemas de favorecer a quienes coinciden con su forma de pensar y discriminan a quienes son críticos, pero a pesar de los augurios y deseos oficiales estos medios difícilmente desaparecerán, lo cual, sin duda, no será del agrado del inquilino de Palacio Nacional.