Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio
En su mañanera del miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la sección bautizada como «Quién es quién en las mentiras de la semana», con el presunto objetivo de dar a conocer las supuestas mentiras difundidas por periodistas y medios de comunicación.
El mandatario aseguró que «en los últimos tiempos, por el predominio de la política neoliberal o neoporfirista, la mentira en los medios se convirtió en una constante y no había derecho de réplica” y según dijo “ahora sí hay réplica, se garantiza el derecho a la información, no hay censura, hay libertades plenas y esto es muy bueno para consolidar la democracia».
Era natural que le respondieran los comunicadores a quienes califica de conservadores, neoliberales y “extrañar” los “beneficios económicos” de anteriores administraciones federales como Carlos Loret de Mola, Héctor de Mauleón, Joaquín López Dóriga, Raymundo Rivapalacio, Salvador García Soto y medios como El Universal, Reforma y W Radio, entre otros.
La sorpresa: Carmen Aristegui criticó a López Obrador en su espacio radiofónico al expresar que ese ejercicio le parecía “un absoluto despropósito que se erija la presidencia de México en la poseedora de la verdad y que se atreva a hacer un ejercicio de esta naturaleza.»
Recalcó: «Esto no significa para nada que los periodistas no seamos objetos de crítica, observación, de reclamo, de réplica, de todo lo que usted quiera de parte de la población en su conjunto, del propio presidente, pero este ejercicio de decir el que tiene la verdad soy yo y quien va a decir quién miente y quién no, soy yo, me parece absolutamente fuera del lugar, fuera de los estándares democráticos y de los estándares de gobierno de una institución como la presidencia de la república».
Estas expresiones resultan inusitadas, ya que Aristegui se ha distinguido por ser una constante defensora del presidente, de sus expresiones y acciones, lo cual por supuesto le generó descalificaciones de parte de los seguidores de López Obrador, aunque también le valió el reconocimiento de otros colegas así como de cibernautas.
En serio, ¿López Obrador no entiende la función de los medios de comunicación? Alguien debería explicarle que tanto comunicadores como los medios expresan sus puntos de vista y, de acuerdo a la forma de pensar y opinar, las personas los aceptan o los rechazan sin necesidad de ser inducidos a aceptar imposiciones ideológicas. Por esas actitudes es que tanto el presidente como Morena pierden la confianza ciudadana, lo cual se reflejó en las elecciones pero prefieren culpar a otros antes que reconocer sus fallas y deficiencias.
PD: Por cierto, muchos de los datos difundidos por López Obrador en su mensaje por el tercer aniversario de su victoria electoral, bien podrían participar en el «Quién es quién en las mentiras de la semana». No solo ganarían múltiples medallas sino hasta menciones honoríficas.
