Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Aunque los tres candidatos presidenciales se autocalificaron como ganadores en el primer debate desarrollado el pasado domingo, la realidad es que desde el punto de vista objetivo del ciudadano ninguno de ellos logró ser considerado como quien logró conquistar la aceptación del electorado para definir el resultado final en las elecciones del próximo dos de junio.

            Si bien puede decirse que Claudia Sheinbaum, candidata de Morena y los partidos Verde y del Trabajo, Xóchitl Gálvez, de la alianza PAN-PRI-PRD, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, cumplieron con su propósito de expresar sus puntos de vista, se puede considerar que apenas y lo lograron pero sin un resultado calificado de definitivo.

            Es decir, Claudia acudió a mantenerse y cuidar su posición de puntera; Xóchitl, a ser la opositora crítica; y Jorge para darse a conocer de forma más amplia. Sin embargo, ninguno logró posicionarse con una frase, una polémica o una descalificación contundente. Solamente las mujeres se dedicaron a expresarse acusaciones recíprocas pero poco efectivas, mientras el aspirante emecista solo destaco por su sonrisa, en ocasiones nerviosa.

            Pero no todo fue culpa de ellos. Al Instituto Nacional Electoral, además de fallarle los relojes para cronometrar el tiempo de los participantes, también recibió críticas negativas por el formato del debate, donde las candidatas lo descalificaron, incluso Gálvez además de señalar que hubo cambios sin avisarles –por ello lo calificó como “un desastre” –, incluso la exjefa de gobierno pidió modificarlo para los dos faltantes, con menos cantidad de preguntas.

            Donde no se presentaron quejas, incluso hubo un reconocimiento no expresado abiertamente, fue a los moderadores del debate, Denise Marker y Manuel López San Martín, por su adecuada participación en el desarrollo del debate, a pesar de que el conductor de Televisión Azteca había sido objetado por los representantes de Morena.

            Ahora, a lo largo de los próximos días, además de las encuestas que se difundirán para evaluar a los contendientes, se verá cómo se desarrolla el postdebate, donde las candidatas y candidato verán como justificar sus dichos e intentar capitalizar sus expresiones.

            Para el segundo debate, programado para el 28 de abril en los Estudios Churubusco, donde los moderadores serán Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho, tanto el INE como los candidatos deberán revisar y superar sus fallas y deficiencias, ya que si bien el domingo no hubo un ganador definitivo, para el siguiente ejercicio es necesario que exista en definitiva un ganador: el ciudadano que defina con mayor certeza por quién votará para la silla presidencial.