Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio
Desde la semana pasada el Frente Nacional Anti AMLO (Frenaaa), movimiento que se autocalifica de «ciudadano y pacífico», inició un plantón en la Ciudad de México con el propósito de que “mediante el uso herramientas jurídicas, de presión social y de medios informativos”, lograr que renuncie a su cargo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En una primera fase de ese propósito, esta agrupación había organizado protestas a bordo de automóviles durante fines de semana, tanto en la capital como en varias ciudades del interior de la república; en su segunda fase buscó llegar al Zócalo capitalino, pero bajo el argumento de evitar confrontaciones violentas con otros grupos de inconformes, las autoridades los contuvieron en la Avenida Juárez.
Sin embargo, mediante un amparo finalmente llegaron a la plancha de la Plaza de la Constitución pero en su parte más lejana a Palacio Nacional, aunque su pretensión es ocupar todo el espacio con manifestantes que se espera lleguen de diferentes puntos del país.
Para argumentar su demanda de la renuncia de López Obrador recurren a acusarlo de llevar al país rumbo al comunismo, tal como según ellos sucedió con Fidel Castro en Cuba, Evo Morales en Bolivia y Hugo Chávez en Venezuela, además de recurrir a imágenes religiosas y rezos masivos y rosarios.
Esos son los hechos, pero la pregunta es ¿acaso lograrán su cometido? La verdad considero que no podrán lograr que el presidente abandone su cargo por varias razones. Una de las principales es que no proponen ninguna alternativa política para remplazar al presidente, es decir carecen de un respaldo no solo ideológico también administrativo en sustitución del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Otro elemento es que carecen de un verdadero respaldo social, ya que quienes integran y promueven el movimiento pertenecen a un sector alto, con recursos económicos quienes logran sumar seguidores mediante temas de carácter religioso y apelando a la amenaza de la implantación del comunismo en México. Además, para hacerle el “caldo gordo”, grupos de leales al presidente se han acercado equivocadamente a los manifestantes para expresar su respaldo mediante agresiones verbales e intento de ataques físicos.
Aunque no resulta del agrado de muchas personas, López Obrador es el presidente legítimo y desafortunadamente no es mediante este tipo de presiones como dejará el poder y lo único que sucederá es que continuará creciendo la polarización social en el país.