*Se incrementa la contaminación en el relleno de Mimiapan, con góndolas que arribam de madrugada, tras el cierre del tiradero de Tepotzotlán
Xonacatlán, México. 17 de diciembre de 2019
José Ángel Gutiérrez
Góndolas procedentes de Cuautitlán México depositan sus desechos en el relleno sanitario de San Miguel Mimiapan, perteneciente al municipio de Xonacatlán, donde diariamente llegan 130 toneladas de basura al amparo de la oscuridad.
Una fuente ligada al tema indicó a Vector Visual que el arribo de desechos se registra desde finales de noviembre pasado, cuando la Procuraduría de Protección al Ambiente del Edomex (Propaem) repuso sellos de clausura en el tiradero a cielo abierto de Tepotzotlán.
El asunto creció porque el gobierno cuautitlense ya no pudo tirar sus desechos en suelo tepotzotlense desde el 27 de noviembre, cuando Propaem descubrió que Tepotzotlán seguía operando el relleno sin importarle la clausura de junio pasado.
La recepción en el basurero xonacatlense ocurre hasta la fecha en la intersección de la carretera de acceso a Mimiapan y avenida Los Mesones, donde se ubica el tiradero, que también alberga inmundicia de al menos ocho municipios.
Xonacatlán aminoró un dolor de cabeza a Cuautitlán, al recibirle góndolas con cerca de 130 toneladas de desechos en las madrugadas, cuando los vehículos no son perceptibles para los habitantes, quienes a menudo sufren infecciones por los fétidos olores.
Las góndolas son abastecidas en un centro de transferencia de Cuautitlán México, a través camionetas que brindan servicio particular de recolección, así como de los 12 camiones con que cuenta ese Ayuntamiento en el valle de México.
Grupo Contadero, propietario del relleno de Xonacatlán mitigó a Cuautitlán el contratiempo de los residuos y el deslinde de un fuerte problema, ya que ahora no lidiará con Tepotzotlán, cuyos titulares tienen el basurero asegurado por delitos ambientales desde el operativo.
Xonacatlán también recibe basura de municipios como Lerma, Otzolotepec, Ocoyoacac, Temoaya y Toluca, por mencionar algunos, por lo que el suelo del relleno sanitario, calculado en cerca de 50 hectáreas, prosigue una creciente contaminación ambiental.
(Foto: José Ángel Gutiérrez)