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Opinión

Conflictos al interior de Morena

Maullidos Urbanos

Por Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Dentro del Sistema Presidencial Priista una característica indiscutible –para algunos un defecto, para otros una virtud-, era que el Mandatario de la República no era un simple militante más en su partido sino quien determinaba las acciones por desarrollar a su interior, ya que era el responsable de designar no solo a su dirigencia nacional, también a quienes sería los líderes en las Cámaras de Diputados y Senadores, entre otras responsabilidades.

    Pero en el Gobierno de la Cuarta Transformación, donde Andrés Manuel López Obrador es el presidente de la república y el líder moral y, quizá, único y absoluto dentro del partido que impulso, organizó y en el cual se apoyó para no solamente él sino gran cantidad de candidatos lograran la victoria el 1 de julio del año pasado, se registra un conflicto que de no atenderse y solucionarse debidamente sus consecuencias serán difíciles de anticipar.

    Sucede que actualmente estalló un primer conflicto entre los senadores de Morena, ya que ante el próximo inicio de sesiones programado para el 1 de septiembre, se generó una disputa por la presidencia de la Cámara Alta, cargo que ocupó Martí Batres en el primer año de sesiones trabajo y quien pensaba repetir en el cargo pero, ahora acusa a Ricardo Monreal, coordinador de la fracción morenista, de maniobrar para que no repitiera en esa responsabilidad y en su lugar fuera electa Mónica Fernández.

    Esta designación ha generado un sisma entre senadores de Morena, donde Martí se dice despojado del cargo y acusa directamente a Monreal y anticipa que buscará mantenerse en la presidencia de la mesa directiva, lo cual anticipa una división en esa fracción legislativa.

    Pero no es el único caso. En la Cámara de Diputados Dolores Padierna encabeza un movimiento para que Morena presida la mesa directiva los tres años de la presente legislatura, en lugar de que ese cargo sea rotativo tal como lo estipula su reglamento interno, lo cual rechazan los otros partidos de oposición.

    Otra situación: se aproxima el cambio de dirigencia nacional, actualmente encabezada por Yeidckol Polevnsky, quien aspira a repetir pero ya se movilizan otros políticos que buscan el cargo y registrarse las inconformidades e impugnaciones sucedidas entre los senadores.

    Si es que López Obrador desea que su partido, primero repita sus triunfos en las elecciones del 2021 y después trascienda más allá de su sexenio, es necesario que tome cartas en estos movimientos sucesorios y de trabajo, a fin de imponer orden. De lo contrario, reitero, su partido se verá superado por intereses personales ajenos a sus propósitos políticos.

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