Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio
gatodebarrio@yahoo.com.mx
No es ningún secreto que vivimos en un mundo globalizado, que de ninguna forma nadie puede estar desconectado de lo sucedido en otras sociedades, máxime quienes ejercen alguna responsabilidad política ya que necesitan estar en contacto que sus homólogos para conocer la evolución de las situaciones que pueden afectarles tanto a ellos como a quienes representan.
Ante ello, desde mandatarios, ya sean presidentes, primeros ministros o cancilleres, hasta directivos de institutos y organizaciones oficiales realizan las denominadas visitas de estado a otras naciones, a fin de sostener reuniones para discutir y colaborar en eventos que les ayudan ya sea a resolver conflictos o establecer acuerdos en beneficio recíprocos.
Sin embargo, aparentemente para el gobierno de la Cuarta Transformación sostener e impulsar acercamientos a nivel internacional no resulta ser un asunto de importancia, ya que empezando por el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha mostrado interés en viajar al extranjero para sostener reuniones con otros mandatarios y, en su representación ha asistido el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, como fue en Cumbre del G-20 en Japón.
Hasta el momento el mandatario, en ocho meses de su administración, solamente se ha reunido con presidentes centroamericanos pero en territorio mexicano, además de que ha afirmado que le interesa más estar cercano con el pueblo que salir de viaje,
No debe omitirse que bajo el argumento de la Austeridad Republicana, López Obrador también prohibió a funcionarios federales realizar viajes al extranjero sin su autorización, por lo que se han suspendido asistencias a reuniones y congresos de todo tipo, fueran científicos, políticos, de intercambio de experiencias, nada, ninguno.
Ahora sucede que Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, una de las principales editoriales mexicanas, propiedad del gobierno federal, anunció que no se asistirá a la Feria Internacional del Libro de Fráncfort, Alemania, por considerar que “se tiene poco que ofrecer”, lo cual de inmediato levantó críticas entre escritores e intelectuales, ya que este evento ha sido un excelente foro para difundir la literatura mexicana,
Esta política de evitar el contacto de todo tipo de representantes mexicanos en reuniones internacionales resultará perjudicial a futuro, porque no solo es necesario también indispensable participar en actividades donde además de acordarse medidas políticas, también se mantengan las relaciones científicas, de investigación y de colaboración para que sus conclusiones se apliquen en beneficio de México y de sus habitantes.