Alebrijes en Cuadratines
Por Adrián Chavarría Espinosa
ache57@yahoo.com.mx
En la última semana y seguramente en muchas más, en especial en las campañas electorales, seguirán debatiéndose las 20 iniciativas presidenciales de reformas, 18 constitucionales y dos de leyes secundarias, Y serán como la polémica acerca de la política de seguridad –“abrazos, no balazos” –, donde tanto las autoridades federales como Morena, sus militantes y seguidores afirman que ha funcionado, mientras la oposición y varios sectores sociales la refutan.
Por supuesto los enfrentamientos se agudizarán en las confrontaciones y debates entre los aspirantes a diferentes cargos de elección, pero antes de entrar en el juego proselitista de unos u otros, se deben considerar qué tan viables o no resultan o, simplemente, si se mantienen como las ocurrencias desarrolladas en la presente administración federal.
Debe reconocerse que varias de ellas resultan atractivas para muchas personas, en especial para quienes integran sectores más desfavorecidos o de menores recursos económicos, por lo cual no solo esperan sean realidad, además están dispuestos a apoyarlos para que se concreten.
Lamentablemente, la gran mayoría no son realizables en especial las constitucionales ya que al no contar con la mayoría calificada en las Cámaras de Diputados y Senadores, serán rechazadas, lo que al presidente y a Morena les servirá para culpar a la oposición de no querer mejorar las condiciones de vida de gran número de mexicanos, en especial los pobres ya que se mantiene vigente su lema de “primero los pobres”.
Al analizarse la propuesta de que quienes se retiren de la vida laboral reciban como jubilación el 100% de su último sueldo, para lo cual se descalifica al actual sistema de fondos de retiro, llamados afores, para retornar al anterior donde era el IMSS y el ISSSTE quienes administraban esos recursos, pero por falta de fondos se canceló.
Sin embargo, posteriormente se matizó ese anuncio y se precisó que quienes cotizan ante esos institutos podrían acceder a una pensión con un tope máximo de 16 mil 777 pesos con 68 centavos al mes, equivalente al salario mensual promedio pagado en el año del 2023.
Pero la iniciativa dice: “Las personas trabajadoras con 65 años que empezaron a cotizar después del 1 de julio de 1997 conforme a la Ley del Seguro Social (IMSS), y las personas trabajadoras que estén bajo el régimen de cuentas individuales que cotizan en el Instituto de Seguridad de Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), tendrán derecho a que su pensión de retiro por vejez sea igual a su último salario hasta por un monto equivalente al salario promedio registrado en el IMSS, cuando la pensión que obtengan en términos de la ley sea menor a dicho promedio»,
Es decir, quienes ganaran, por ejemplo, diez mil pesos mensuales si reciben siete mil quinientos pesos de su afore, entonces el Fondo de Pensiones para el Bienestar –organismo de nueva creación–, aportaría los dos mil 500 faltantes, pero quienes hubieran ganado más de esa cifra, entonces no podrían recibir más dinero, y se margina a quienes lograron mejores salarios.
Para ese propósito, López Obrador propuso crear un fondo semilla de 64 mil 619 millones de pesos, el cual presuntamente estará disponible a partir del próximo 1 de mayo y se irá incrementando «poco a poco».
Ese fondo se integraría con un 75% procedente del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado; de la liquidación de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, ya sucedido el año pasado; se usarán los ingresos de la venta de bienes inmuebles sin construcción propiedad del Fondo Nacional de Fomento al Turismo; de los montos de los adeudos de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, del Congreso de la Unión, del Poder Judicial de la Federación y de los órganos autónomos, así como de las entidades federativas, de los poderes legislativos y judiciales locales, de las administraciones públicas municipales o de cualesquiera de sus entes públicos que tengan pendientes de pago ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT), el ISSSTE o el IMSS.
El 25% restante de este Fondo estará conformado por remanentes de fideicomisos del poder judicial, la eliminación de los organismos autónomos, de las utilidades de las empresas administradas por las secretarías de la Defensa Nacional y la Marina, así como donaciones o aportaciones de personas físicas o morales.
Entonces ¿existen o no la posibilidad de tener esos recursos? La respuesta es no, ya que, por ejemplo, se habla de los recursos asignados a los órganos autónomos, cuando estos siguen vigentes y para su desaparición se requiere la mencionada mayoría calificada en el Congreso de la Unión, lo cual difícilmente sucederá.
Igualmente, se menciona que se recuperará el 25% de las utilidades de empresas como el Tren Maya y el Interoceánico, el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, entre otros, cuando en realidad para funcionar reciben fuertes subsidios para operar.
Al revisarse las iniciativas presidenciales varias de ellas, como, su “Plan B” de la reforma electoral, pasar la Guardia Nacional a la Sedena y la Ley de la Industria Eléctrica. ya han sido rechazadas, pero se insiste en presentarlas a sabiendas que no pasaran. solo para victimizarse.
Como dice López Obrador, son tiempos electorales pero los utiliza en favor de su gobierno y partido, para ganar en las elecciones a fin de mantener vigente su Cuarta Transformación, que si lo vemos realmente no pretende un avance sino un retroceso al México de mediados del Siglo XX, cuando existían otras condiciones políticas, económicas y sociales que ya han sido ampliamente rebasadas.