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Opinión

Obesidad y sobrepeso

Maullidos Urbanos
Por
Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

Aunque no es una novedad, de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Ensanut 2018, desarrollado y presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Secretaria de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México se vive una emergencia epidemiológica debido al aumento de 75.2% de la población con sobrepeso y obesidad.

            Conforme a esos datos el 39.1% de los mexicanos mayores de 20 años padecen sobrepeso y el 36.1% obesidad; en otras palabras, tres de cada cuatro  personas presentan uno de estos problemas el país. En el caso de las niñas entre 12 y 19 años de edad, ambos problemas aumentaron al 41.1%, mientras que entre los niños de la misma edad se incrementó a 35.8%.

            Con esta información en relación el sobrepeso y la obesidad entre los mexicanos, se debe insistir en que estas condiciones personales derivan en otros problemas de salud, como la diabetes y la hipertensión, lo que sin duda debe encender las alarmas sociales y aunque no debe ser considerado un consuelo México no es el único país con esta situación, ya que se le considera una pandemia global porque muchos países también la padecen.

            En más resultados de la citada encuesta se establece que 8.6 millones de personas reportan haber recibido un diagnóstico de diabetes, puntualizándose que los estados de Campeche, Tamaulipas, Hidalgo, Ciudad de México y Nuevo León registran los porcentajes más altos de diabetes en la población de 20 años o más.

            El único avance positivo registrado se manifestó en el rubro de lactancia materna en menores de dos años, que aumentó a 47.7% con respecto al 38.3% registrado en 2012.

            Esta información no debe ser omitida por la población, ya que por más esfuerzos que desarrollen las autoridades, como podría ser el cambio de etiquetado en productos alimenticios para advertir de altos contenidos de azúcar, grasa o calorías, mientras no se tome consciencia del problema de salud que ello representa, las estadísticas negativas continuarán en ascenso.

            No basta con cambiar los hábitos alimenticios para ingerir los productos presuntamente ligths o bajos en ingredientes nocivos, que en ocasiones también consumirlos en exceso afectan la salud, sino también desarrollar actividades físicas de manera constante.

            Quien mantenga sin cambio sus malas costumbres en comidas, serán candidatos perfectos para padecer en un futuro diabetes e hipertensión, quizá ambas simultáneamente.

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