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Maullidos Urbanos Opinión

Cambios en el Metro de la CDMX

Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

A unos días de cumplirse dos meses del accidente más grave y trágico en la historia del Metro de la Ciudad de México, por fin sucedió la renuncia de Florencia Serranía quien logró el nada honroso título de la peor administración en ese servicio de transporte, al ser relevada por Guillermo Calderón Aguilera, quien era director del Sistema de Transporte Eléctrico capitalino.

            Sucede que durante sus dos años y medio de gestión se registraron tres graves situaciones: en marzo de 2020 el choque de convoyes en la estación Tacubaya; en enero de 2021 el incendio en la Subestación Buen Tono lo que provocó la suspensión temporal en seis líneas y el pasado 3 de mayo el colapso de un tramo de la Línea 12, aunque también hubo otros aunque calificados de menores no pueden ser ignorados.

            El nuevo directivo anunció transparencia hacia los usuarios y sobre el colapso en la Línea 12, su “prioridad será atender a las víctimas y sus familias”, y cumplir con la instrucción de Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno capitalino, de garantizar un servicio seguro y eficiente.

            Aunque no se mencionó en el acto público, una de las primeras tareas de Calderón Aguilera será revisar el perfil de mandos en posiciones estratégicas del Metro, ya que aparentemente los actuales incumplen con los requisitos estatutarios y profesionales para desempeñar esas responsabilidades, al existir entre ellos exgerentes en tiendas de abarrotes, vendedores de calentadores de agua y hasta agentes financieros.

            Calderón Aguilera es ingeniero químico con posgrado en Ingeniería de Procesos en la Universidad Karlsruhe, Alemania; se le reconoce como especialista en gestión de proyectos y procesos, especializado en implementación y operación de sistemas de transporte urbano; ha trabajado 15 años en proyectos de transporte público de la Ciudad de México, por lo anterior se le puede otorgar el beneficio de la duda de un mejor desempeño que su antecesora.

            No debe perderse de vista que aún no terminan los trabajos para determinar el estado de toda la Línea 12, en particular la parte elevada, para definir límites de seguridad para los usuarios y establecer posibles riesgos, tampoco los peritajes del accidente para definir las correspondientes responsabilidades.

Se debe mantener el seguimiento a todo el caso para deslindar responsabilidades con el propósito de definir a los responsables del pésimo diseño, construcción y equipamiento de la línea afectada para que, sin importar si son funcionarios en activo o no sean sancionados administrativa y penalmente, para que sean ejemplo de que en verdad se castiga la corrupción.

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