Maullidos Urbanos
Por Gato de Barrio

gatodebarrio@yahoo.com.mx

En diversas tiendas departamentales y de autoservicio ofrecen desde finales de agosto diversos artículos relacionados con la Navidad. Para muchos –donde me incluyo–, esta situación resulta muy adelantada, ya que aún faltan los festejos del mes patrio, Día de Muertos, Halloween, Aniversario de la Revolución Mexicana, Día de la Virgen de Guadalupe hasta, por fin, llegar a las posadas y demás celebraciones decembrinas.

            Pero donde en verdad se aceleraron los acontecimientos es en Venezuela, donde Nicolás Maduro, supuesto presidente reelecto –aún no presenta las actas electorales que convaliden su presunto triunfo–, ya anunció que se adelantan las celebraciones navideñas a partir del primero de octubre próximo.

            En una transmisión en su canal de televisión “Con Maduro +”, explicó que como agradecimiento a la ciudadanía y a poco más de un mes de las elecciones presidenciales, el mandatario anunció esta medida, pero se abstuvo de precisar si las adelantadas fiestas de Navidad estarían acompañadas con las vacaciones de fin de año y las prestaciones que los empresarios acostumbran dar a los trabajadores por esas fechas.

            En su programa de televisión expresó: «Está llegando septiembre y dije: septiembre y ya huele a Navidad. Y por eso este año en homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre. Para todos y todas llegó la Navidad, con paz, felicidad y seguridad».

            Sin embargo, esta resulta ser una maniobra distractora para intentar ocultar la crisis política que atraviesa Venezuela, debido tanto a la falta de reconocimiento de gran parte de naciones a su reelección como a las medidas aplicadas en contra de sus opositores, con el propósito de terminar con toda señal de repudio a su gobierno.

            Incluso, la Conferencia Episcopal Venezolana aseguró que la Navidad es una celebración universal que, como tiempo litúrgico, inicia el 25 de diciembre, y llamó a no usarla para fines «propagandísticos ni políticos particulares», como el hecho de que la Fiscalía de Venezuela ordenó el arresto de Edmundo González, excandidato presidencial opositor.

            Adelantar festejos podría ser una medida desesperada de Maduro para legitimarse en el poder, cuando la inconformidad social en Venezuela se mantiene latente y probablemente el adelantar la Navidad podría generarle más conflictos sociales y económicos, porque las condiciones en esa nación no están para adelantar festejos con fines propagandísticos.